«El empresariado boliviano ve en la ciudad puerto de Ilo una gran oportunidad comercial para sacar su mercancía con destino al mercado asiático. En entrevista con el empresario, de este país, Nelson Aldunate Pericón, asegura que el terminal portuario peruano es un punto neurálgico para la integración comercial sudamericana. El hombre de negocios participó como ponente con el tema Perú-Bolivia: una visión empresarial, en el marco del II Congreso Macrorregional de alcaldes del Bicentenario realizado en Ilo.«
Comentaba en su exposición que ya habían conversado con el empresariado peruano ¿Qué se discutió en esas reuniones y cuáles son los acuerdos?
Desde el año 2018, empresarios peruanos visitan Cochabamba y ese fue el inicio para crear plataformas que promuevan la conectividad que para nosotros es importante, desde un sentido práctico y dinámico, que nos permita promover las inversiones. Nosotros dependemos de un puerto chileno, pero lo que queremos es ampliar la red de servicios para poder llevar nuestros productos al mundo y es en eso en lo que trabajamos.
¿El puerto de Ilo es esa oportunidad?
La red empresarial de mi país anhela el hecho de poder contar con servicios logísticos que sean eficientes para promover nuestras cargas, Ilo es una ventana al mundo, entonces lo que queremos es afianzar esa oportunidad para promover las cargas, el comercio de nuestros productos, no solo con Ilo, sino también tener conexión con Brasil, Paraguay, etc. porque estamos en una ubicación estratégica que le permite al mundo generar ese vínculo comercial para las cargas a nivel de Sudamérica.
¿Qué ofrece Cochabamba para generar la articulación entre ambos países?
Tenemos la hidrovía de Ichilo-Mamoré, que tiene conexión hacia el lado de Rondonia en Brasil, que es un canal de vinculación al mercado de Europa. Además de exportar, podemos introducir mercadería, porque hay la conexión y el punto estratégico aéreo y férreo (construcción de Tren Bioceánico), también tenemos el camino carretero y el fluvial, entonces estamos conglomerado toda una red logística que permitirá que los países como, Brasil, Paraguay y otros tengan una conectividad con Cochabamba-Bolivia y a la par conectarnos con Ilo. Entonces, Ilo sería el punto para juntar el océano Atlántico con el Pacífico.
Eso es lo que tiene Cochabamba, pero no solo desde la perspectiva comercial, sino también hay cuestiones turísticas, de cultura y muchas otras cosas que se pueden ir conformando, si es que lo vemos de una forma mucho más amplia.
Carretera, río, tren, transporte aéreo ¿Qué es lo que más requiere Bolivia para tener una conexión directa a Asia?
Creo que las condiciones las vamos teniendo. Llegar a una soberana salida al mar, a qué boliviano no le gustaría, tener una soberanía de puerto; que no la tenemos por las razones que todos conocemos. Pero eso no significa que con países hermanos como el Perú y también Chile podamos generar una oferta atractiva para promover la inversión.
Lo que queremos y necesitamos para mejorar el superávit comercial, en lo que es la balanza, es justamente contar con una alternativa de puerto que sea más eficiente en cuestión de los costos, servicios y tiempos, pero no solo para nosotros, pues las mercaderías del lado del Atlántico (Brasil) deben cruzar al otro lado para llegar al continente asiático. A través de Cochabamba en Bolivia el mundo se ahorrará 38 días, eso es lo que ofrecemos nosotros: tiempo, oportunidad, disponibilidad y agilidad, pero obviamente hermanándonos y teniendo un conglomerado de servicios que le permita a la región crecer y así todos nos beneficiamos, bolivianos, peruanos y brasileros.
¿Se han sentido amenazados en cuanto al comercio de sus mercancías?
Todo empresario lo que quiere es seguridad jurídica, en el lugar donde está haciendo su inversión. Pero, también seguridad de mercancía; se tuvieron sucesos lamentables en que los empresarios y transportistas denunciaron que les robaron sus mercaderías o a veces en la frontera se tardan mucho para aprobar el paso y así se malogran los productos y eso genera un costo al transportista. Por eso, la seguridad es en todo sentido, no solo desde el empresario que está produciendo un producto, sino también de aquel que da un servicio. Si nosotros queremos promover y dinamizar la economía, tenemos necesariamente que garantizar estos aspectos para que mi flete y mi carga lleguen al puerto de manera intacta y así hacer negocios.
¿Consideran al Perú como un país políticamente estable?
Por supuesto, mientras haya un país que nos de la certeza de un proceso electoral sano, eso de alguna manera influye a que se pueda hacer inversiones, lo vemos así. Perú y otros países tienen ese marco legal, democrático y demás; por ende, se tiene como consecuencia un clima de negocios, de inversiones para llevar adelante. Consideramos que el comunicado del presidente (Pedro Castillo) fue interesante, nos da la sensación de que se puede trabajar con las mancomunidades, gobernaciones y alcaldías y al final eso es lo que queremos porque es estabilidad. Sobre todo, promover a los que son empresarios, porque empresario no es ser malo, pagamos impuestos, generamos empleo, contribuimos a la economía, asumimos riesgos…
Probablemente en tiempo de pandemia, el empresariado es el que sostuvo la economía de los países…
Exactamente. En Bolivia, por ejemplo, tenemos un 75 u 80 por ciento de economía informal y aporta un 80% al tema de empleo. Son esos emprendimientos los que de alguna manera sostuvieron la situación compleja que hemos vivido en todos los países. Ahora la situación ya está empezando a mejorar y eso tiene que enseñarnos, en el sentido de poder generar condiciones al empresariado para que este pueda invertir, oxigenarse y este tipo de encuentros son claves para nosotros poder crecer.
¿Se va satisfecho con lo que escuchó en este congreso, con los avances que hay?
Claro, ahora lo que hemos hecho es empalmar lo que dejamos en el 2018 y 2019 y ha quedado sentado aquí, pero más allá de eso, los negocios es lo importante. Yo he venido con otras redes para poder establecer mercaderías con las que podamos hacer el match con el Brasil, lo estuvimos trabajando desde antes de la pandemia, la cual también sirvió para reflexionar y avanzar en temas que antes no se podían porque no había tiempo.
¿Qué haría un grupo empresarial boliviano con una salida al mar, tan directa como la tenemos aquí en Perú?
Haríamos maravillas, para empezar, se promovería todo el tema de cargas para productos perecederos porque el tema de alimentos llegó a tener una valoración muy importante. Yo tuve la oportunidad de trabajar en el exterior y ver cómo ciertos productos que acá son comunes en los mercados locales, allá tienen una preponderancia muy importante. Sería para nosotros un empujón muy grande, porque no tendríamos una dependencia, un asfixiamiento y podríamos liberar nuestra economía a través de la vinculación con una salida al mar.
¿Ha llegado la oportunidad para el empresario?
Sí, el empresariado siempre ve las oportunidades, ese es el verdadero empresario. A todo hay que verle oportunidad, cuando hay cosas negativas, el hombre de negocios tiene la capacidad de adaptarse.
“A través de Cochabamba en Bolivia el mundo se ahorrará 38 días, eso es lo que ofrecemos nosotros: tiempo, oportunidad, disponibilidad y agilidad”.